Diques y azudes de baja altura, guía para rescatadores. Parte 1
Los azudes o también denominados presas de baja altura o saltos de agua, son una obstáculo artificial situados en un canal que propicia un estancamiento del flujo aguas arriba. Esta definición es muy benigna, así que ¿por qué resultan especialmente interesantes para la comunidad de rescate de aguas rápidas e inundaciones?
Aunque la definición se centra en la capacidad de la presa para elevar el nivel del agua aguas arriba de la presa, lo que ocurre aguas abajo es lo que nos preocupa más.
Cuando el agua fluye por la caída del azud, aguas abajo puede crearse una "recirculación" donde el agua superficial es arrastrada en dirección hacia la caída. Aunque normalmente se utilizan dos nombres (azud y presa de baja altura) para describir estas estructuras, hay muchas más palabras para describir esta recirculación, como hidráulica, rulo, rebufo, hoyo, hueco, etc. Dependiendo de la fuerza de la recirculación, el sistema hidráulico tiene la capacidad de atrapar residuos flotantes, objetos, equipos y potencialmente personas.
Se pueden encontrar las mismas características de recirculación en un cauce natural de un río y también pueden proporcionar un riesgo significativo, sin embargo, al ser características naturales, a menudo hay un punto de debilidad o escape que permite que los objetos/personas atrapados sean expulsados. En las presas artificiales a menudo se unen; la capacidad de generar una recirculación muy fuerte y profunda, y las superficies uniformes y lisas de una estructura artificial que puede no tener puntos débiles en la recirculación, Esto convierte al sistema hidráulico en una trampa para aquellos que se vean atrapados en el agua dentro del mismo.
Dicho esto, no todas las presas crean características de recirculación peligrosas e incluso las que lo hacen, pueden no tener estas características presentes en todos los niveles de agua. Por ejemplo, consideremos una presa que a niveles de agua medios tiene una recirculación significativa. Si los niveles de agua se reducen (flujos de verano, después de periodos de poca lluvia, etc.) la cantidad de agua que fluye sobre la presa podría reducirse significativamente, lo que a su vez podría reducir el tamaño y la fuerza de la recirculación. Igualmente, cuando el nivel del río sube, y nos encontramos en condiciones de gran caudal/inundación, existe la posibilidad de que el agua que fluye sobre la presa "ahogue" la estructura de manera que desaparezca bajo el agua y la recirculación superficial desaparezca. A partir de este ejemplo, podemos ver que el nivel de peligro y riesgo creado por una presa puede variar con los niveles de agua, por lo que si queremos evaluar el riesgo de una presa, tenemos que hacerlo con una serie de caudales de agua para obtener un perfil completo. En la segunda parte de este artículo analizaré con más detalle la evaluación de riesgos de los diques.
Hidrología en los azudes
La comprensión de la hidrología de los azudes nos permitirá apreciar la naturaleza del peligro de la recirculación que pueden tener. El efecto de la caída del agua sobre el muro de la presa, crea una baja presión, que hace que el agua después de la caía fluya en dirección a la presa. Es el mismo efecto que crea el flujo del agua cuando la corriente principal incide sobre un obstáculo y crea una contracorriente.
Este flujo de agua superficial que vuelve hacia la caída de la presa se conoce como "retorna" y, si es de suficiente tamaño y fuerza, puede hacer que los objetos flotantes queden atrapados.
La mayor parte del flujo de la corriente que cae por la presa se dirigirá hacia el fondo y, aunque parte seguirá en dirección aguas abajo, la mayor parte fluirá hacia la superficie creando una clara "línea de marmitas" algo muy visible en cascadas de agua y a la que comunmente llamamos "seta". Una parte del agua que regresa a la superficie en dicha línea de marmitas, se incorpora a la retorna que fluye en dirección al dique. El resto del agua que se desplaza aguas abajo de la línea de marmitas y se denomina comúnmente "salida o escape".
El riesgo dependerá de la potencia de recirculación que tenga cada dique, será el resultado de las fuerzas y profundidades relativas de los diversos flujos de agua descritos anteriormente, que cambiarán en función de la cantidad de agua que fluye sobre el dique.
El diseño del fondo del canal en la base de la presa será clave para determinar si una presa puede tener un riesgo significativo de recirculación. Muchos diseños modernos de presas tienen un "estructuras de amortiguación de la caída " después de la caída de la presa. Se trata de un elemento similar a una cubeta que tiene el efecto de aumentar la cantidad de agua que fluye hacia la superficie en la línea de marmitas y el tamaño y la extensión de la retorna. Las "estructuras de amortiguación" naturales pueden crearse depositando piedras y cantos rodados a una corta distancia después del dique, pero las cuencas artificiales pueden tener una distancia excesivamente larga, que provea a la línea de ebullición la capacidad de crear una retorna mas larga, ya que fluiría desde la línea de ebullición hasta la caída del dique.
¿Por qué tenemos presas?
Los embalses se han construido durante cientos, si no miles, de años y por una gran variedad de razones. Elevar el nivel de agua para garantizar la disponibilidad de agua, y para desviar los flujos hacia las esclusas, molinos, etc. Más recientemente, las presas se construyen para estabilizar los canales y controlar la erosión, medir el caudal y facilitar el paso de los peces.
Los canales más empinados con una mayor velocidad del agua tienen una gran capacidad para erosionar las orillas y el lecho del propio canal. Construyendo varias presas seguidas, se consigue crear una serie de caídas de agua de baja energía, reduciendo así el potencial de erosión del canal.
Riesgos en las presas
Para los desprevenidos, muchas presas pueden parecer estructuras benignas. La combinación de aguas planas y lentas por encima de la presa, una cara de la presa lisa y aguas relativamente lentas aguas abajo de la presa puede hacer que mucha gente subestime la potencia y la capacidad de retención del sistema que se creará. Desgraciadamente, hay numerosos ejemplos de personas que se han metido en los azudes por no entender el riesgo que presentan, a menudo con consecuencias trágicas. Los ejemplos particulares que conozco incluyen a; transeuntes que saltan a la presa en un esfuerzo por rescatar a sus perros, balsas comerciales que no lograron llegar a la corriente, y equipos de rescate acuático en lanchas motoras que cruzaron accidentalmente la línea de marmitas y fueron llevados al rebufo por la retorna, tanto en ejercicios de entrenamiento como en operaciones de rescate.
Como rescatistas llamados por una persona atrapada en una presa, debemos saber que gran parte de la evaluación de riesgos sobre la presa, esta siendo facilitada por la situación de la víctima El mero hecho de que esté atrapada en la presa nos dice mucho sobre la naturaleza de la presa y los riesgos que presenta para nosotros como rescatadores. Disponemos del mismo conjunto de técnicas de rescate que para otros rescates en aguas rápidas e inundaciones, pero tenemos que decidir si son aplicables a la presa a la que nos enfrentamos y, si es así, si tenemos que adaptarlas para este propósito.
Opciones de rescate en una presa
OPCIONES DE ALCANCE Y LANZAMIENTO DESDE LA ORILLA
Podemos separar la variedad de técnicas de rescate disponibles para los rescatadores de aguas rápidas e inundaciones en dos categorías: rescates condicionales y rescates reales.
- Una técnica de "rescate condicional" es aquella que requiere que la víctima participe activamente en su rescate y, si no lo hace, el rescate no funcionará; por ejemplo, lanzar una cuerda a una víctima en el agua está totalmente condicionado a su capacidad de agarrarse a la cuerda que se le ha lanzado. Si no puede o no quiere hacerlo, el rescate fracasa, independientemente de lo bueno que sea el socorrista lanzando cabos.
- Una técnica de "rescate real" no requiere ninguna intervención del accidentado. Por lo tanto, el éxito de un rescate a nado con cuerda se basa en la habilidad y destreza del equipo de rescate y no depende de la intervención de la víctima.
Toda la variedad de opciones de alcance y lanzamiento basadas en la orilla (por ejemplo, cuerda de lanzamiento, pértigas de alcance, manguera de incendio inflada) son rescates condicionales y dependen de la capacidad de la víctima para agarrarse a la cuerda, etc. Esto puede ser muy difícil de hacer cuando se está atrapado en una presa y, por lo tanto, probablemente habrá que utilizar otras opciones de rescate "reales". Dicho esto, es muy beneficioso lanzar objetos flotantes a cualquier persona atrapada en una presa para que se agarre a ellos, ya que la flotabilidad añadida que proporcionan les ayudará a permanecer en la superficie.
SEGURIDAD AGUAS ABAJO
Aunque la atención se centre en una persona atrapada en la presa, tenemos que asegurarnos de que se está poniendo un tipo respaldo aguas abajo lo más eficaz posible. Es posible que la persona atrapada sea arrastrada fuera de la presa y si esto ocurre tenemos que ser capaces de rescatarla. Al haber pasado un tiempo atrapado en la presa es muy poco probable que sea capaz de ayudar en su propio rescate, por lo que realmente necesitamos que la seguridad de aguas abajo sea una "verdadera" opción de rescate (nadador de contacto, embarcacion, etc.)
TECNICAS CON BALSAS ATADAS ADAPTADAS A PRESAS
Cuando se opera en torno a presas, hay que tener en cuenta que las fuerzas de la corriente y los riesgos pueden haber cambiado en comparación con un rescate normal en un cauce. Los rescates con embarcaciones atadas son una opción para los rescates en presas, bien usando las líneas de amarre para mantener la embarcación aguas abajo de la línea de marmitas o para permitirnos sostener la embarcación sobre la línea de marmitas o sobre la retorna. Cuando usamos embarcaciones atadas para rescate en un cauce, buscamos usar múltiples puntos conectados con un sistema de anclaje de distribución de carga en la embarcación para cada cuerda de amarre de aguas arriba, ya que sobre ellas se realiza la mayor carga, y no queremos que una de esas líneas falle. Como los cabos de amarre de aguas abajo sufrirán menos carga, normalmente los sujetaremos a un único punto sobre la embarcación, ya que un fallo en este punto tendría menos consecuencias. Sin embargo, cuando se trabaja en el lado de aguas abajo de una presa, son los cabos de aguas abajo los que resultan críticos para impedir que la embarcación sea movida dentro del rebufo por la retorna. Por lo tanto, en este caso debemos generar sistemas, de modo que estén sujetos a al menos dos puntos del barco con un anclaje de distribución de carga.
SISTEMAS CON BALSAS EN LÍNEA DE ALTURA
La capacidad de controlar la posición de la embarcación y de hacer frente a fuertes corrientes, se obtienen con los sistemas de embarcación en línea de altura que son ideales para alguas presas. Estos sistemas deben planificarse y entrenarse previamente, ya que de lo contrario son lentos de instalar y complicados de manejar sin incidentes.
Por lo general, los sistemas de balsas en línea de altura se instalan con la línea de vía en el lado de aguas arriba, de modo que la cuerda principal de control de la embarcación (línea de reenvío) se utiliza para controlar/mover la embarcación contra la corriente del río. En el caso de las presas, no es raro que la fuerza de la retorna sea mayor que la vena principal del río tanto aguas arriba como aguas abajo de la presa, por lo que debe considerarse la posibilidad de colocar la línea de vía aguas abajo de la presa en lugar de aguas arriba. Los sistemas BLA pueden ser bastante complejos de montar, requieren un gran número de rescatadores y una excelente comunicación entre todos ellos. La cuerda principal de reenvío puede utilizarse para controlar que la embarcación no entre en el rebufo o para sujetar la embarcación dentro la retorna, esto se hace para recuperar más facial la embarcación de la presa. Las líneas vía aguas abajo también son especialmente útiles en los diques con caras verticales altas.
Si la distancia a lo largo de la presa es demasiado grande para manejar eficazmente las cuerdas, las embarcaciones atadas, incluidas las embarcaciones con líneas de altura, dejan de ser adecuadas. Los rescates con embarcaciones a motor y helicópteros siguen siendo opciones potenciales a considerar.
RESCATE CON EMBARCACIONES A MOTOR
Operar alrededor de presas con embarcaciones a motor requiere un alto nivel de experiencia y habilidad por parte de los operadores de las embarcaciones y una comprensión del peligro que puede presentar la presa. Hay numerosos ejemplos de tripulaciones que han cruzado la línea de marmitas (tanto intencionadamente como sin querer) desde el lado de aguas abajo de una presa sin darse cuenta del efecto que esto tendría en su embarcación. El resultado fue que la embarcación era arrastrada por la retorna hacia la caída de la presa con la posibilidad de volcarla. Las hélices son mucho menos efectivas en el agua aireada de la retorna, por lo que la capacidad de usar el motor para evitar el rebufo una vez que se pasa la línea de marmitas disminuye considerablemente.
Las lanchas motoras que operan aguas abajo de una presa para poner en marcha un respaldo eficaz "rescate real" en caso de que alguien sea arrastrado fuera de la presa son muy beneficiosas si las condiciones del agua permiten su uso. Sin embargo, cuanto más cerca se opere del dique, mayor será el riesgo de entrar en él. Existen técnicas para las operaciones con embarcaciones "en tándem", en las que las embarcaciones están conectadas por una cuerda, con la idea de que la embarcación situada aguas abajo pueda evitar que la embarcación situada aguas arriba sea arrastrada por encima de la línea de marmitas hacia el dique. Estas técnicas requieren un amplio nivel de formación y, además de estar altamente capacitados en su uso, si las tripulaciones de las embarcaciones van a utilizar estas técnicas, deben asegurarse de que los beneficios potenciales son proporcionales a los riesgos operativos.
HELICOPTEROS, GRUAS Y ESCALERAS HIDRÁULICAS
Los helicópteros tienen el potencial más obvio para posicionar a un rescatador justo encima de la parte posterior de la presa, de modo que el rescatador pueda hacer contacto directo con la víctima y levantarla o tirar de ella a través del agua hasta la salida. Lo mismo puede ocurrir con una construcción cercana, como se vio en el río Des Moines, en Iowa, Estados Unidos, en 2009. También puede ocurrir con las escaleras/plataformas hidráulicas de los servicios de bomberos que se utilizan en incidentes e incendios de gran altura. Algunas tienen la capacidad de operar en ángulos muy bajos e incluso invertidos, pero tales operaciones requieren una comprensión muy clara de las capacidades de carga que disminuyen masivamente con la disminución del ángulo y la mayor extensión. Hay muchas fotos y vídeos en YouTube que muestran lo fácil que es sobrecargar un brazo pluma, ya sea una grúa, por lo que estas medidas serán normalmente el último recurso. No obstante, tan pronto como los servicios de emergencia reciban un informe de una persona atrapada en un dique, además del equipo o equipos de rescate acuático, se debe considerar el despliegue de un helicóptero de rescate y de una escalera hidráulica/plataforma previamente aprobada, si está disponible. Si, al llegar los equipos de rescate al dique, pueden hacer frente a la situación, los medios más grandes pueden retirarse. Si las decisiones sobre la asignación de tareas alternativas se dejan para la llegada al lugar o tras el fracaso de los primeros intentos de rescate, entonces el tiempo de instalación y desplazamiento del helicóptero/vehículo de gran tamaño puede significar que llegue al lugar demasiado tarde.
FORMACION PERTINENTE
Como se ha visto anteriormente, toda la gama de técnicas de rescate en aguas rápidas es potencialmente aplicable a los rescates en presas, pero su uso debe determinarse mediante un proceso de evaluación de riesgos y beneficios. Mientras que hay presas en las que sería adecuado realizar un rescate de natación de contacto o colocar una balsa en la línea de altua para realizar un rescate, hay otras en las que estas opciones supondrían un nivel de riesgo inaceptable para los rescatadores. El rescate en presas debe planificarse previamente y, a través de este proceso, debemos asegurarnos de que contamos con la capacidad, el personal, el equipo y la formación necesarios para llevar a cabo las técnicas de rescate más apropiadas para esa presa. El momento de determinar qué técnicas son apropiadas es en una sesión de formación tras una evaluación de riesgos adecuada, en lugar de esperar a que se produzca un incidente en la presa y tratar de averiguar qué hacer en ese momento. La capacidad de evaluar el riesgo de un dique es esencial si queremos llevar a cabo la formación y los rescates operativos en los diques, y examinamos este proceso en la segunda parte.