Conferencia Internacional de Rescate en Cardiff. Rescate de espeleo buceo en Tailandia
Asistir a una conferencia como la de Gales donde muchos expertos de diferentes zonas del mundo debaten sobre las nuevas técnicas y experiencias adquiridas, resulta muy interesante. Prueba de ello es la charla ofrecida por Chris Jewell sobre el rescate ocurrido en 2018 en las cuevas de Tham Luang en la región de Chian Rai en Tailandia.
Una experiencia que me apetece compartir ya que sirve para sacar muchas conclusiones. Voy a tratar de hacer un resumen de lo que fue la experiencia de Chris aunque es bien sabido que la mejor persona para contarlo es él mismo.
La situación inicial es una cueva en una masa de caliza situada cerca de la frontera de Tailandia y Myanmar. La cueva es un lugar muy visitado, donde no suele haber problemas especiales. La cueva entra centenares de metros mientras zigzaguea arriba y abajo derecha e izquierda. Una zona escarpada por donde se suele progresar sin problema.
El sureste de Asia tiene una particularidad especial que determina el clima y la geología del mismo; el monzón. Durante los meses de primavera y verano caen grandes cantidades de lluvia y de manera muy continuada. Esto suele provocar la saturación del terreno y las consecuencias derivadas el este fenómeno. Incluso tomando las precauciones previstas para un fenómeno que se repite cada año, la población se ve ampliamente afectada. El caso que planteamos ahora se sitúa a las puertas del monzón, algo que lo va a determinar claramente.
Un grupo de alumnos participa en la visita de la cueva. La visita no está previsto que dure más que una jornada pero una vez dentro, el grupo se ve sorprendido por una gran crecida del nivel freático debido a las fuertes lluvias, ocasionadas por el adelanto del monzón. Dentro de la cueva es difícil adivinar las condiciones meteorológicas que se suceden en el exterior, pero el nivel freático los empuja a protegerse en una zona de la cueva donde el agua no llega. Los estudiantes están atrapados dentro de la cueva y la salida está completamente tapada por el agua. Las previsiones de lluvia son inciertas pero el monzón amenaza.
El colegio y las familias dan el aviso tras evidenciar la falta de los jóvenes. Se activan las alarmas y comienza el rescate.
Los efectivos locales son los primeros en llegar. La dificultad del rescate hace que pidan ayuda a expertos y todo el país vuelca en la búsqueda. La prensa se hace eco y los políticos empiezan a trabajar lo que supone una gran presión sobre los efectivos de búsqueda. Después de un gran esfuerzo un grupo de buzos expertos en cuevas consiguen dar con ellos. Están sanos y salvos pero la información adquirida durante el trayecto indica que va ser un rescate muy complicado. La dificultad del rescate activa diferentes cuerpos internacionales de rescate y la colaboración entre diferentes instituciones va a ser fundamental. Hablar el mismo idioma (técnicas de rescate) se vuelve fundamental.
La meteorología da una ventana de buen tiempo y parece que las condiciones van a mantenerse estables, por lo que el rescate debe comenzar, pero antes hay que establecer una táctica adaptada a las circunstancias. Algo nuevo que solucione los problemas encontrados en la cueva.
Los jóvenes no saben bucear y el trayecto es muy complicado incluso para los expertos rescatadores. Se debe crear un protocolo nuevo y específico para esta cueva y para ello debemos ir a los principios básicos del rescate: Reducir los riesgos al máximo y generar un rescate lo más sencillo posible. La nula experiencia de las víctimas hace dudar de las posibilidades de éxito de la operación y la única obsesión de los rescatadores es evitar contratiempos durante el rescate.
Se atiende las necesidades de las victimas, se genera un mapa de situación se organiza un plan de acción, se reparten las tareas, se establecen grupos de auxilio en cada zona descanso y cada víctima será acompañada por un rescatador. Controlar los tiempos durante el rescate y reducir el ratio al mínimo es considerado vital pero no parece ser suficiente. ¿Que sucede si la víctima entra en pánico? o simplemente ¿si no consigue relajarse y consume una gran cantidad de oxigeno? La respuesta a estas dudas creo que es conocida, ya que la televisión dio detalles sobre la decisión tomada.
La solución planteada por el grupo de rescate de Chris es sedar a los jóvenes y sacarlos uno a uno. Cada rescatador (grupo de 4 rescatadores) se encargaría de acompañar a cada uno de ellos haciendo viajes a los largo de varios días. De esta manera esperaban garantizar la seguridad de los mismos y de los propios rescatadores. Una decisión dramática pero que viene a recudir los riesgos al máximo, y a mantener estables las condiciones en las que se genera el mismo. Convencer de que la técnica va a tener éxito es otra cosa, y para ello el grupo de rescate propuso hacer varias pruebas simulando el ambiente donde se iban a encontrar.
El escenario de rescate fue simulado en una piscina. No se vio necesario sedar a la persona que hacía de víctima pero el resto de condiciones se repitieron en la medida de lo posible. Durante esta práctica se vieron varias necesidades que sirvieron para sacar unas conclusiones útiles. A cada persona que iba a ser rescatada le pondrían una botella de plástico entre las piernas, para que la botella levantase las piernas lo suficiente para que flotase de manera horizontal. Una prueba fehaciente de lo importante que resulta la práctica antes de un rescate. Aun así durante el rescate, el la brigada tubo que estar preparada para el cambio de las condiciones, ya que van a estar en el agua un medio dinámico. Por tanto establecerán una valoración dinámica de riesgos.
La prueba concluyó con éxito y el resto de grupos aprobaron la metodología para realizar rescate. Todo estaba listo para funcionar, solo debían repetir lo trabajado de la piscina de la manera más exacta posible.
El resultado del mismo probablemente lo conocéis ya. Los medios de comunicación dieron las noticias sobre como estaba yendo el rescate. El primer día todo salió a la perfección 4 niños fueron rescatados y se probó que el sistema funcionaba. Los medios de comunicación expandieron la noticia y aunque parecía que todo estaba hecho, aun quedaba mucha gente dentro. Desde el punto de vista de los rescatadores la presión aumentó apreciablemente, ya que el sistema estaba probado y funcionaba. Eso significaba que en caso de haber algún accidente, sería atribuido al factor humano. Celebrar antes de terminar no ayudaba en absoluto a los rescatadores.
El rescate continuó, y a pesar de las presiones, concluyó satisfactoriamente. Las familias agradecieron el empeño puesto por todas las brigadas de rescate profesional y aficionados, y las televisiones y prensa por fin pudieron dar la gran noticia. Durante esta gran operación, muchas personas tomaron parte y una de ellas murió durante unas prácticas paralelas realizadas. No se tiene información certera de las razones o por lo menos en la charla no se dieron.
Desde R3 Formación vemos una oportunidad muy buena de extraer conclusiones de este tipo de charlas. Una autentica experiencia haber podido escuchar de primera mano los relatos de alguien envuelto en un rescate tan complejo. Como bien se sabe, el aprendizaje no termina tras los cursos y es difícil reproducir todas las situaciones que se van a dar en la realidad durante los cursos. de hecho esta experiencia nos dice una vez más que cada rio, cada lugar, es diferente y el éxito del rescate va a depender de la capacidad de adaptación que tengamos como grupo de rescate.
esperamos que esta información haya sido de gusto de todos. Para aquellos que quieran conocer un poco más sobre el rescate, la revista Divemagazine publicaba una foto sobre la cueva junto con el artículo sobre lo ocurrido. http://divemagazine.co.uk/skills/8150-success-for-thai-cave-rescue-mission.
Un saludo. R3 Team